miércoles, 25 de junio de 2014

El Valencia, Salvo y Lim.

Años atrás salieron del Valencia jugadores como Silva, Villa, Mata, Pablo o el propio Soldado hace un año, para que el club pudiese cuadrar presupuestos, ahora con la llegada de Lim parece que eso no iba a ser así, pero el proceso de venta está paralizado y para ello, Amadeo Salvo ha viajado hasta Singapur para encontrarse con Lim y convencerlo de que la compra es una buena opción.

Silva, Pablo, Villa y Mata en las filas del Valencia CF / El Mundo
El año pasado la Europaleague parecía un castigo, ahora ya no hay nivel para competir en Europa, el club ha sido desvalijado de sus principales activos, los futbolistas. Un club de fútbol no es un estadio, no es un presidente o una ciudad deportiva, es todo ello junto pero con una plantilla competitiva, algo que el VCF no tiene desde que llego el mangarrufo de Soler.

Gestionar un equipo de fútbol no es lo mismo que hacerlo con una empresa. En una empresa hay muchas cosas que se pueden cambiar, o muchas vías de escape por las que poder solucionar los problemas, en un equipo de futbol no. Todo depende de que la pelota entre o no entre, y este año no han sido capaces de hacerla entrar (ni Salvo, ni los jugadores ni Pizzi o Djukic). 

Lo que es cierto es que en lo deportivo, la gestión ha sido nefasta. Djukic por Pizzi (sin referencias) y Rufete (sin experiencia) por Braulio (que tenía que salir sí o sí del club, pero lo hizo tarde), todo ello con la temporada en marcha, por no hablar de la destitución de Nico Estévez y las formas con las que se han levado a cabo todas ellas.

A la afición se le vendió en agosto que Pabón (el muchacho de las hamburguesas) y Postiga (el portugués con dolores de espalda), eran los que llevarían al club a la Champions de nuevo, y eso no ha sido así. Ha sido necesario recurrir a Bernat, Parejo y Alcácer para apuntalar la plantilla y maquillar la temporada con las semifinales de Europaleague, eso sí, dejando marchar a jugadores como Canales (regalado) o Guardado, errores que el club ha notado en la segunda vuelta.

Este año se han visto cosas en Mestalla que no habían ocurrido años atrás. Con el primer equipo fuera de Europa y sin jugar absolutamente a nada y con un filial al borde del descenso a la tercera división, el presidente Amadeo Salvo era vitoreado por los aficionados del Valencia CF. 

Lim, Cerezo y Salvo en el palco del Calderón. / Marca
El populismo a base de ir contra el sistema político y bancario en la coyuntura social que vive ahora España (y más especialmente la Comunidad Valencia expoliada por político corruptos desde hace más de 20 años), hacen de Salvo el nuevo Cid Campeador, que lleva el escudo del VCF por bandera, y ojo: eso no es malo. No es malo si eso lleva al Valencia a una nueva era de la mano de Peter Lim, eso sí, que no nos extrañe que el nuevo DUEÑO del Valencia CF, haga con el club lo que más le convenga, es el propietario y lo es de manera democrática.